El Día Internacional del Libro, que se celebra cada 23 de abril en España y otros países para fomentar la lectura y conmemora el aniversario de la muerte de dos colosos de las letras como Shakespeare y Cervantes, es sólo una excusa. Para los lectores empedernidos, entre los que me incluyo, todos los días son buenos para disfrutar de algo que, más que afición, es adicción. Y en ese sentido, la irrupción de los libros electrónicos entre los que siguen reinando en el mercado los Kindle de Amazon, nos ha puesto las cosas más fáciles, sobre todo a la hora de viajar con la biblioteca a cuestas.

Superadas mis reticencias iniciales como exlibrero y fiel militante del papel, ahora compagino ambos formatos. Y estoy muy pendiente de cada avance en los dispositivos de tinta electrónica, que cada año van incorporando todo tipo de nuevas funciones y mejoras. Una de las más esperadas era la inclusión del color, y en eso Kobo, la marca de Rakuten especializada en eReaders, se ha adelantado a Amazon con los nuevos Libra Colour y Clara Colour. Llevo unas semanas utilizando a diario el primero de ellos y ahora dudo seriamente que vuelva al Kindle de 11ª generación que me acompaña desde hace dos años, ya que ha quedado muy por detrás en varias características fundamentales.

El objetivo de Kobo con estos nuevos dispositivos, además de renovar su catálogo de eReaders, es el de sumar a sus usuarios habituales a todos aquellos interesados en los cómics y las novelas gráficas, tan populares hoy en día, gracias a la inclusión del color. Y aunque se echan en falta algunos pequeños detalles, que comentaremos más adelante, el Kobo Libra Colour es todo un dechado de virtudes que ya se puede reservar a través de su página web por 229,99 euros y estará disponible en tiendas a partir del 30 de abril.

El color como protagonista

Este nuevo integrante de la familia Kobo es una evolución del Libra 2, el que hasta ahora era el más firme rival de los Kinde. El diseño es muy similar, con un marco que en el lado derecho es algo más grueso y curvado para facilitar el agarre y que incluye dos botones físicos para pasar páginas atrás y adelante. Sin embargo, los parecidos acaban aquí, ya que las mejoras del Libra Colour con respecto a la anterior generación son notables.  

La principal es la inclusión de la pantalla de tinta electrónica Kaleido 3 de 7 pulgadas, capaz de representar 16 niveles de escala de grises y 4.096 colores. La resolución de 1.264 x 1.680 puntos incluye la tecnología FastGLR, que 'renueva' la tinta rápidamente y evita el efecto de algunos eReaders, en los que el paso de una página a otra no es todo lo fluido que debería. Los 300 ppp que muestra en blanco y negro se reducen a 150 ppp en las páginas en color, algo comprensible en esta etapa inicial de la tecnología pero que deberá mejorar en el futuro.

Portadas de libros en color en el Kobo Libra Colour I.M. Omicrono

Es sorprendente en un inicio ver las portadas de los libros en color, con unos tonos pastel algo atenuados, eso sí, todavía lejos de los colores brillantes y saturados de las pantallas de ordenadores, móviles y tablets. Los cómics y novelas gráficas se ven con bastante nitidez y se agradece enormemente el añadido del color, aunque el tamaño quizá no sea el más adecuado para disfrutar de los grandes formatos a los que nos tienen acostumbrados este tipo de publicaciones.

La parte trasera se caracteriza por su superficie rugosa para facilitar el agarre y el botón de encendido y apagado, que se ilumina en blanco mientras se carga. El Libra Colour se puede utilizar sin funda, claro, pero la SleepCover que he usado estos días se antoja imprescindible. No sólo se acopla como un guante y protege en todo momento el dispositivo, sino que tiene un hueco imantado para el lápiz Stylus 2, además de un pliegue en la parte frontal para poder apoyar el eReader en cualquier superficie en orientación horizontal.

Cuaderno de notas

La otra gran novedad del Libra Colour es que añade la posibilidad de resaltar elementos de los libros o tomar notas con la última versión del lápiz oficial de Kobo, que se vende aparte, con varias ventajas con respecto al Kindle Scribe, por ejemplo. La inclusión de color, además, permite utilizar distintos tonos para marcar y resaltar pasajes de libros, revistas o cómics.

A diferencia de los eReader de Amazon, el de Kobo guarda cualquier modificación en los archivos, ya sean subrayados, anotaciones en los márgenes, dibujos o diagramas, que también se pueden borrar fácilmente gracias al extremo inferior del Sylus 2, que hace las veces de goma digital. 

El lápiz Stylus 2 es compatible con el Kobo Libra Colour I.M. Omicrono

A la hora de usarlo como bloc de notas es cuando las opciones se multiplican. Al crear una nueva libreta se puede optar por la opción tradicional, con 10 colores a elegir, distintas variedades de lápiz y pincel y otras opciones de personalización.

Pero la 'magia' sucede con las libretas avanzadas, de gran utilidad para un periodista como yo, por ejemplo. Este formato detecta y convierte automáticamente las palabras escritas y las transforma en texto con un doble toque en la pantalla.

En las libretas del Kobo Libra Colour se pueden usar hasta 10 colores I.M. Omicrono

Lo sorprendente es lo bien que funciona esa transcripción, incluso cuando se escribe de manera rápida y descuidada. Una vez guardado, ese cuaderno puede exportarse fácilmente a la nube de Kobo, pero también a Dropbox o a Google Drive, para tener las notas siempre a mano y acceder a ellas desde otros dispositivos. 

El lápiz, que tiene un puerto USB-C para cargarlo, responde rápidamente y registra bastante bien los movimientos, aunque la sensación de escribir en el plástico de una pantalla nunca será igual que la de dibujar o escribir en papel. Al principio cuesta un poco acostumbrarse, pero pronto se convierte en algo más natural. También incluye un botón, que hace más cómoda la posibilidad de resaltar secciones de texto con distintos colores.

Experiencia de lectura

Para mí, todos estos añadidos no dejan de ser funciones complementarias: la que más me importa sigue siendo la lectura. Y en eso el Libra Colour cumple con creces. La pantalla tiene muchos niveles de brillo (que se sube y se baja deslizando el dedo en la zona izquierda de la pantalla), desde los más tenues para leer a oscuras en la cama hasta los que permiten leer sin mayores dificultades a plena luz del día.

Y ya que hablamos de leer en exteriores, seguro que me acompaña más de una vez este verano al borde de la piscina. No se trata de sumergirlo y a ver qué pasa, aunque en teoría aguanta hasta 1 hora a 2 metros de profundidad, pero la resistencia al agua IPX8 da cierta tranquilidad ante salpicaduras y remojones accidentales. 

El Kobo Libra Colour permite resaltar texto con diferentes colores I.M. Omicrono

Para evitar la exposición a la luz azul emitida por la pantalla, potencialmente dañina para los ojos y que no favorece el descanso, los ingenieros de Kobo han incluido ComfortLight Pro, una serie de LEDs ámbar que permiten controlar la temperatura de color de la pantalla y utilizar tonos más cálidos. Esta opción está activada por defecto, pero se puede desactivar o ajustar según tus preferencias. Como soy un clásico, leer con ese fondo anaranjado me resultaba muy molesto y preferí la vía tradicional.

El dispositivo es compatible con ePub, PDF y otros ocho formatos de texto e imagen, los más habituales, por lo que gestionar la biblioteca, añadir o quitar libros es sencillo, ya sea desde la propia tienda de Kobo o a través de Google Drive gracias a la conexión wifi (aunque también se puede hacer de forma conectando la unidad al ordenador y copiando los archivos). La capacidad de 32 GB se antoja suficiente hasta para el bibliófilo más exigente, ya que permite almacenar hasta 24.000 eBooks o 150 audiolibros.

El Kobo Libra Colour también permite escuchar audiolibros I.M. Omicrono

Además, el Libra Colour incluye Bluetooth, lo que permite conectar el eReader con altavoces o auriculares inalámbricos para escuchar audiolibros, cada vez más populares. La interfaz es muy sencilla, con botones táctiles de pausa, avance y retroceso. Es la única función en la que he experimentado cierto retardo entre el momento de presionar el botón y la reacción del dispositivo, además de pausas excesivas entre un capítulo y otro. Un detalle poco importante que no empaña el conjunto y que, a buen seguro, podrá solucionarse con futuras actualizaciones de firmware.

En cuanto a la batería, que se carga con un cable USB-C, sus 2.050 mAh permiten disfrutar hasta 40 días sin necesidad de cargarlo con un tiempo de lectura de unos 30 minutos al día. En mi caso, no lo he vuelto a cargar desde que empecé a utilizarlo, hace casi un mes, y hay días en que supero con creces esa media hora.  

¿Me lo compro?

El nuevo Libra Colour se presenta como una gran evolución en los libros electrónicos, un paso decisivo hacia el futuro de esta tecnología, que sin duda pasa por el color. Se nota el buen hacer de Kobo en los detalles y el hecho de adelantarse a Amazon en algo que parecía su dominio habla muy bien de los avances tecnológicos que están implementando en sus dispositivos.

Es cómodo, fácil de usar y muy versátil, al incluir la opción de hacer anotaciones, escribir o dibujar con el Stylus 2, con una función muy efectiva de transcripción automática de letra escrita en texto. En próximas mejoras, además de mayor fluidez en los audiolibros, confiamos en que los colores sean algo más vivos y, sobre todo, que se mejore la resolución para tener tamaños de pantalla más grandes y respetar así los formatos originales de cómics y novelas gráficas.

Por lo demás, hay pocas pegas que ponerle al Libra Colour, que se confirma como uno de los competidores más aventajados de los Kindle. El precio está bastante ajustado a sus características, aunque puede resultar algo excesivo para quienes sólo busquen un lector de ebooks. El dispositivo se puede reservar ya por 229,99 euros, a los que habría que añadir los 69,99 euros del Stylus 2 y los 39,99 euros de la SleepCover, que se venden por separado.